Saquiño 12 campanadas. O primeiro bico do ano

Crearás momentos inolvidables.

¿Cómo le explico a la gente que eras tú quien todas las noches me abrazaba?
El que me tenía la silla calentita cuando me levantaba.
¿Cómo explico que, sin hablarme, fuiste mi apoyo más grande en mi peor momento?

Me bloqueo… cuando quiero hablar de ti no puedo, no me dejan las lágrimas.
Sé que mi cabeza bloqueó muchos recuerdos de aquella época, pero cuando pienso en ti, siempre me viene un dolor en lo más profundo del alma.
Pero también un amor eterno.
Paz y tranquilidad cuando sentía tus patitas en mi cuello, cuando me metía en cama y tú querías estar con la cabeza apoyada en mi brazo.

El beso que te daba al llegar del insti,
el beso que te daba al irme.
Lo que me costaba despegarme de ti,
la fuerza que tenía para curar tus heridas, a quién me agarraba para llorar y el valor que me dabas para seguir adelante.

Tenía mis costumbres contigo:
entrar en mi cumple abrazada a ti,
hacerte la primera foto con cada móvil nuevo,
cogerte al acabar de comer...

Pero la más importante era en Fin de Año.
Tenerte en brazos durante las campanadas,
y al llegar la última… ese momento mágico:
el primer beso del año.

Nunca era para mi madre ni para mi hermano.
Mi primer beso siempre fue para ti.
Solo por ese instante valía la pena vivir cada segundo del año,
fuera bueno o malo.
Porque era nuestro pequeño instante.
Nuestro y solo nuestro. De nadie más.

Y llegó un día que fue el último.
No más cumpleaños abrazándote.
No más silla calentita.
No más beso de Año Nuevo.

Te fuiste.
Y me dejaste.
Y me enfadé, y lloré, y grité…
Y nada me sirvió para recuperarte.

Abrazaba tus collares, tu manta… pero ya no estabas.
Ya no estás.

Y aun así, me diste un propósito.
Recordarle a la gente lo efímeros que sois.
Enseñarles a vivir en el presente.
A valorar cada momento, cada rutina, cada paseo,
cada beso y cada larpeirada.

El mío se fue
pero tú lo tienes al lado.
Abrázalo.
Guarda en tu corazón lo que ahora mismo sientes,
lo que te da, todo lo que recibes a cambio de una caricia.

No he venido a recordarte que algún día ya no lo tendrás.
He venido a recordarte que hoy sí está.

Os presento el nuevo Saquiño das 12 Campanadas.
No es marketing.
No es estrategia.
Es solo mi historia.

Saco para las 12 campanadas.

(12 larpeiradas incluidas)

Ingredientes: Conejo (91%), proteína de guisante (4%), glicerina (3%)

Los snacks se envasan sin aditivos químicos, conservantes ni colorantes

Componentes analíticos: Proteína bruta 35%, grasa bruta 8%, fibra bruta 1%, ceniza bruta 4%, humedad 25%.